Ingremuelas:
- 2 chorizos frescos
- 2 huevos
- Pan rallado
- Harina
- Leche
- Sal
- Aceite de oliva virgen
- Palitos de pan
- Hojas de perejil
¿Cómo lo hago?
Esta receta en realidad la hizo mi suegra, que se le da mejor que a mi hacer bechamel :S
Primero quitamos la piel al chorizo y lo calentamos desmenuzado en la sartén en la que vamos a hacer la bechamel sin añadir aceite.
No queremos que se haga del todo, solo que suelte el aceitillo para que le de un tono rojizo a las croquetas y así simulen ser calabazas.
Una vez lo hayamos calentado, lo resevamos en un plato.
Añadimos un poco de aceite (más o menos una cucharada) y procedemos a hacer la bechamel.
Cuando el aceite esté caliente, añadimos 3 cucharadas de harina y vamos moviendo hasta que la harina este hecha, un par de minutos. Añadimos un poco de leche y seguimos removiendo. Poco a poco vamos incorporando la leche hasta que tengamos una bechamel sin grumos y espesita. Añadimos sal y los trozos de chorizo que teníamos reservados, probamos y corregimos de sal.
Extendemos la masa en un recipiente y la dejamos reposar de un día para otro para que coja consistencia en la nevera.
Pasado este día, hacemos bolitas con la masa, las pasamos por huevo batido y por pan rallado. Podemos hacer dos veces este procedimiento para que queden más crujientes.
Ahora bien las podemos congelar y terminar de hacerlas el Halloween o bien las podemos hacer directamente.
Para freirlas yo recomiendo freidora, ya que quedan mucho más crujientes al necesitar estar fritas en aceite muy caliente y abundante.
A la hora de presentarlas, partimos palitos salados y los clavamos junto con una hojita de perejil.
Ya tenemos nuestras calabazas de Halloween!
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